Ryan Giggs es sinónimo de lealtad, clase y fútbol del más alto nivel. Su carrera con el Manchester United es de las más longevas y exitosas que se recuerden, con más de 900 partidos disputados y 13 títulos de Premier League en su palmarés. Su zurda fue temida por defensores de todo el mundo, y su capacidad para desbordar, asistir o anotar, lo convirtieron en un emblema del club durante más de dos décadas.

Más allá de sus logros colectivos, Giggs dejó momentos imborrables, como aquel golazo ante el Arsenal en la FA Cup de 1999, donde arrancó desde media cancha para definir con potencia. Fue parte esencial de la era Ferguson y formó parte de generaciones que marcaron historia en el fútbol inglés y europeo. Su longevidad y adaptación a diferentes estilos de juego fueron una muestra de su inteligencia táctica y profesionalismo.

A nivel internacional, aunque Gales no tuvo el mismo brillo que su club, Giggs siempre defendió los colores de su selección con orgullo. Se convirtió en el estandarte de una generación que puso los cimientos para lo que vendría años después con figuras como Bale o Ramsey.