Darío Verón es uno de esos futbolistas que dejaron huella en la Liga MX. El defensor paraguayo se convirtió en ídolo de los Pumas por su entrega, liderazgo y regularidad. Durante su larga etapa en el Pedregal, no sólo fue capitán del equipo, también se ganó el respeto de compañeros y rivales con su carácter en el terreno de juego.
Aunque tuvo un breve paso por Pachuca, la mayoría de los aficionados lo asocia directamente con el cuadro universitario. Fue protagonista de títulos históricos y es considerado por muchos como el mejor defensor en la historia del club. El apodo de “Capi” le quedó perfecto por la forma en que comandaba la zaga.
Hoy Verón es recordado como uno de los grandes jugadores de culto que tuvo el fútbol mexicano. Sus barridas, su mentalidad ganadora y su amor por los colores de Pumas lo colocan en un lugar privilegiado dentro de la memoria auriazul. ¿Cuál es tu momento favorito del paraguayo?