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Dicen que la tercera es la vencida, pero parece que para el ahora receptor de los Seahawks no existen límites. Una vez más, después de tantas oportunidades que le han dado, Josh Gordon fue suspendido por violar la política de abuso de sustancias de la NFL.

No es la primera vez que sucede.

Es un buen receptor, pero lamentablemente su talento se ha visto manchado en múltiples ocasiones por situaciones que se llevan fuera del terreno de juego. Seattle es su tercer equipo en la NFL y también es el tercero en el cual lo acusan de abusar de ciertas drogas.

La primera vez fue con los Cleveland Browns quienes temían que estuviera luchando por mantenerse sobrio y que habían hecho todo lo que creían que podían hacer para mantenerlo en el camino correcto. Después pasó a los Patriots, donde Gordon enfrentó una prohibición indefinida por violar los términos de su restitución condicional bajo la política de drogas de la NFL. 

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Los Seahawks decidieron darle una tercera oportunidad.

Justo cuando parecía que podía empezar a ir por el camino correcto, decidió aplicar un Josh Gordon, otra vez. La NFL anunció el lunes que Gordon ha sido suspendido indefinidamente y la suspensión se debe a violaciones tanto de las políticas de abuso de sustancias como de drogas que mejoran el rendimiento.

A pesar de no ser el principal receptor en Seattle, no iba por mal camino. Gordon atrapó siete pases para 139 yardas en cinco juegos con el equipo y tuvo una recepción para 58 yardas en su último juego con el equipo. 

Solito terminó con su carrera en la NFL.

Ahora que Josh Gordon fue suspendido una vez más, no sería una gran sorpresa, dado su polémico historia, si también resulta ser su último juego de la NFL para cualquier equipo. ¿Quién quiere a alguien que no se sabe si algún día solucionará su problema con las adicciones?