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Los Dallas Cowboys cayeron 26-16 ante los Buffalo Bills en el tradicional juego de Thanksgiving, al termino del mismo, el dueño del equipo aseguró que las cosas mejorarán a tal grado que podrían llegar al Super Bowl LIV (54). Si eso llegara a pasar, sería una de las grandes historias de la NFL. Jerry Jones aseguró que para lograr ese milagro no despedirá a Jason Garrett.

Ratificó que no es momento de un cambio en el equipo y que seguirá con Garrett como entrenador y con el cuerpo de coaches que están a su mando por lo que resta de la campaña.

Aun siendo los líderes en de la División Este de la Conferencia Nacional, los Vaqueros no son favoritos para sí quiera llegar a las finales por la mala racha que tienen en su espalda, pero Jones tiene la fe puesta en sus jugadores y en todo el staff.

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«Toda mi vida he creído que la adversidad te da una oportunidad de realmente escribir una historia sobre cómo regresar. Aún tenemos nuestra oportunidad de darle vuelta a esto y crear una gran historia«, mencionó.

Los Cowboys tienen una marca de 6-6 y enfrentarán a los Chicago Bears el 5 de diciembre, que tienen 3 partidos ganados de sus más recientes 5, por lo que son favoritos en el duelo.

Dallas ha perdido 3 de sus pasados 5 partidos.

La confianza que muestra Jones en su staff resulta extraña, después del juego contra los Patriotas, el dueño lanzó declaraciones que culpaban a los entrenadores de lo errores del equipo y de la derrota que sufrieron en dicho duelo por 13-9, pero Jerry Jones no despedirá a Jason Garrett para lograr escribir la «historia de ensueño» que desea.

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A pesar de todo esto, los jugadores al ser cuestionados de las declaraciones dijeron respaldar al entrenador en jefe y ser los culpables de la derrota, librando de cualquier responsabilidad a Garret y compañía.

«Acabamos de intercambiar algunas palabras sobre mantenernos unidos. Nada importa fuera de este vestidor. Tan simple como eso«, dijo el quarterback Dak Prescott.