La temporada de Dallas le hizo creer a sus aficionados que este año si sería el bueno, pero fue cuestión de tiempo para regresarlos a su realidad. La prueba de ello fue el castigo de conducta antideportiva que tuvo Jason Garrett en el partido contra los Packers, ese mismo que representa todo el tiempo que lleva al mando de los Cowboys.
Impotencia es la palabra que mejor describe esa época.
Llegó a los Cowboys en 2007, pero fue hasta 2011 cuando se convirtió en el Head Coach y desde ese momento, las cosas no han ido nada bien. En 8 temporadas solo ha podido pasar a playoffs en tres ocasiones y en todas ellas ha perdido en el Juego Divisional, 2 contra los Packers y uno contra los Rams.
Demasiada paciencia para un entrenador que no ha entregado nada, ¿no? Bueno, esos pocos resultados y el ‘mal manejo’ del equipo empiezan a reflejarse no solo en los jugadores, ahora ya hasta en el entrenador. Esa persona que debería ser la parte serena y el que maneje los controles con la cabeza fría, empezó a mostrar su frustración.
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Cuando las cosas parecen ir bien, algo malo les sucede.
En el partido contra los Packers -que también perdieron- Garrett estaba furioso y no pudo evitar demostrarlo. El entrenador en jefe, generalmente reservado, de los Dallas Cowboys enloqueció cuando un pase de 25 yardas de Dak Prescott a Amari Cooper por la línea de banda fue incompleto.
Tenía dos opciones, lanzar el pañuelo rojo para retarla, pero corría el riesgo de quedarse sin retos porque ya había perdido uno antes. Cabe recalcar que los Cowboys iban perdiendo y la frustración de Garrett ante un mal marcaje salió cuando aventó el pañuelo mientras le decía algo al árbitro con un enojo notorio en su rostro.
Y'all wanted Jason Garrett to show emotion… #CowboysNation pic.twitter.com/F4n0CHQPAc
— Joey Hayden (@_joeyhayden) October 6, 2019
El oficial no lo tomó bien y castigo a Garrett con una penalización de conducta antideportiva de 15 yardas.
Recibió muchas críticas porque, ¿qué ejemplo le está dando a sus jugadores? No es nada nuevo, todo el equipo tiene la misma frustración que él. Cuentan con uno de los mejores corredores de la NFL y una temible defensiva, pero aún así siguen con la sequía de 23 años sin un campeonato.
Los Cowboys son la franquicia más valiosa del mundo (en todos los deportes), así que podrían tener al jugador que quisieran (siempre y cuando se ajuste al tope salarial de la NFL) pero aún así no lo consiguen. ¿Qué es lo que están haciendo mal? A lo mejor deberían voltear a ver a su vestidor y la forma en la que actitudes como la de Garrett afectan demasiado.
Al término del partido, el dueño Jerry Jones tampoco se quedó callado.
«Oh, espero que el pequeño árbitro no haya escuchado algo que no había escuchado antes», dijo respecto a que el oficial se ‘sintió’ por lo ocurrido. «Todos deberíamos olvidar si recibió [una penalización por] lenguaje abusivo».
El defensivo Tyrone Crawford también tenía algo que decir. «Me encanta cuando el entrenador hace cosas así. Se merece hacer lo que sea necesario para este equipo, lo que se sienta. Si tienes un problema con él, entonces tienes un problema con todos nosotros».
¿Algo de humildad, muchachos?
Los árbitros siguen siendo humanos y tienen todo el derecho a equivocarse, sino pregúntenle a los Saints cuando les quitaron el pase al Super Bowl, no son el primer ni último equipo que le pasará algo similar. Pero por más molesto que sea, siguen siendo la autoridad y el respeto es clave por parte de todos los equipos.
Puede ser que el castigo de actitud antideportiva a Jason Garrett contra los Packers sea un reflejo de lo que realmente pasa en los Cowboys y lo que los ha mantenido lejos de volver a tener un campeonato. A lo mejor todo viene desde adentro, un equipo que se cree invencible (por la cantidad de dinero que tiene) y no reconoce que ni teniendo a los mejores podrán levantar un trofeo Vince Lombardi si no cambian esa mentalidad que va desde los dueños hasta los jugadores.