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Casi todos los jugadores de la NFL tienen el mismo camino para ser profesionales, estudiar en una universidad en Estados Unidos y ser seleccionado en el Draft, pero la historia de Isaac Alarcón para ser parte de los Dallas Cowboys es muy diferente, por qué empezó desde cero.

Su familia siempre fue fanática del futbol americano.

Isaac nació en Monterrey y creció con dos hermanos, mismos que practicaron este deporte con él. Su papá les enseñó desde niños un balón de futbol americano y todos quedaron enamorados de él, al punto que nunca lo soltaban cuando eran unos niños.

Fue hasta sus años de secundaria cuando se empezó a dar cuenta que podía aspirar a ser profesional. Además, fue una manera de poder cumplir un sueño de su padre, ya que él siempre quiso jugar en las grandes ligas, pero la vida, por diferentes razones no se lo permitió.

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El camino a la NFL no fue nada sencillo.

En las mañanas tomaba clases y después tenía que subirse al camión durante una hora para poder llegar al Tecnológico de Monterrey donde entrenaba. Él lo consideró como uno de los momentos más difíciles en esta historia, pero sabe que al final valió la pena.

La mejor parte fue que Isaac supo que las cosas no iban a llegar sin trabajo duro, así que cada esfuerzo y sacrificio que hizo fueron con una meta mayor, llegar a la NFL. «Necesitas trabajar por eso y trabajar más duro que nunca», dijo el mexicano al llegar a los Cowboys.

Para ser el mejor, debes hacer más que los demás.

William Bryce es parte de NFL International y él fue el primero en fijarse en Isaac cuando fue a Monterrey, para después hacerlo parte del programa de International Pathway. El mexicano voló a Florida y empezó el camino para intentar llamar la atención de un equipo de la NFL.

La presión siempre fue mucha para el jugador, pero todos los días dio todo de si para cumplir el sueño. Fue así como la historia de Isaac Alarcón terminó llegando a los Dallas Cowboys, tal vez no en el primer equipo, pero sí con la oportunidad de seguir demostrando que tiene lo necesario para tener una carrera exitosa en la NFL.