La lógica es que cuando eres el mejor pagado en una posición, serás el que mejor se desempeñe en el terreno, ¿no? Bueno, cuando hablamos de Ezekiel Elliott eso no aplica, porque a pesar de ser el corredor con la mayor ganancia en el bolsillo, no ha ayudado a los Dallas Cowboys esta temporada 2019 y la semana 7 será de vida o muerte.
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Durante el verano, ‘Zeke’ decidió no presentarse a entrenar hasta recibir un contrato -que solo él cree que merece- millonario. Después de varias semanas con la interrogante de si se presentaría, el dueño de los Cowboys hizo de las suyas y abrió la cartera por 4 años y 90 millones de dólares.
Perfecto, ahora todo estaba arreglado y tendrían a Elliott de vuelta para romperla esta temporada, pero poco sabían que pudo haber sido el error más grande de la historia. Sus tres derrotas consecutivas son la prueba de que su corredor no era la solución.
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En 6 partidos, lleva unas tristes 491 yardas totales.
Llegó el momento de hacer la pregunta, ¿es ‘Zeke’ lo que necesitan los Cowboys? En la vergonzosa derrota ante los Jets de Nueva York, donde los Cowboys se mantuvieron firmes para correr en cada primer intento, se dio la oportunidad de cuestionar el valor de Elliott para el equipo.
Muchos podrían basar que no podían recurrir a nadie más, porque Amari Cooper salió temprano en el juego mientras que Randall Cobb ya no estaba disponible, la lógica parece haber sido que iba a ser más difícil de pasar dado el personal que faltaba.
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Ahí fue donde pusieron toda su fe en ‘Zeke’.
Los Cowboys siempre han creído que el juego terrestre es la base de su ofensiva y sí, les funcionó algunas temporadas, pero esa dependencia tiene que acabar. El problema es que tienen en Dak Prescott a un mariscal de campo que no es capaz de proporcionar mucho más valor lanzando el balón que Elliott lo hace al correr.
Las intercepciones contra los Green Bay Packers son evidencia de que no se puede confiar en Prescott como base del ataque y con los Jets no fue diferente, hubo varios pases incompletos, aunque también fue culpa de algunos receptores que tuvieron el balón en sus manos y lo dejaron caer.
Esta temporada, no funcionan por aire y tampoco por tierra.
Garrett ha defendido durante mucho tiempo la postura de correr y el propietario es probablemente otro apoyo adicional para alimentar a esa estrella RB. Eso quiere decir que los Vaqueros tienen un deseo real de usar mucho a Elliott y ahí entra la codependencia.
Parece que la ofensiva de los Cowboys está en una etapa destructiva y se volvió dependiente de cuidar a Elliott al darle todas esas cargas en un juego, mismas que el corredor no ha podido capitalizar esta temporada. Todos saben que Dallas se basa en él, así que harán todo por frenarlo, cosa que han hecho a la perfección.
Necesitan reducir el rol de Ezekiel Elliott en los Cowboys en la temporada 2019 para apoyarse más en un QB y ahí es donde entra el problema, ¿pagarle a Dak Prescott en su último año o conseguir a alguien que sí de el ancho con esta ofensiva?