Mac Jones, quarterback de New England Patriots tiene una temporada con mucha presión por delante, ya que al parecer los directivos ponen toda la confianza en él de cara a la temporada. Iniciará como titular, pero pronto se puede acabar esa confianza, ya que la imagen de Tom Brady sigue muy presente en los aficionados y también en algunos miembros del equipo.
Sin embargo, Bill Belichick ha trabajado con su mariscal de campo titular y no pretenden cambiarlo, el entrenador en jefe ha sido cuestionado en diversos momentos por sus capacidades y que todo lo conseguido había sido obra de Brady y compañía por lo que también existe un cierto deseo de reivindicación al menos para competir y ser protagonistas en su división.
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Mac Jones está ante la oportunidad de su carrera.
Para cumplir ambos entre los cientos de miles de jóvenes que comparten tu mismo sueño, tienes que estar marcado. Ser especial, distinto, lo que sea, pero te ha tocado a ti. Tienes algo. Pero una cosa es llegar a la NFL y otra muy diferente es aterrizar y llevar las riendas de la franquicia con más anillos de la historia -junto a Pittsburgh Steelers- en tu primer año.
Los New England Patriots pasaron de no conocer a qué sabe la victoria a degustar el Vince Lombardi año tras año. El mismo año en el que The Goat llega a la liga y es drafteado por Nueva Inglaterra, había nacido al sureste de los Estados Unidos un chaval que sin saberlo en ese instante, su vida estaría ligada a los Patriots y consigo a Brady. ¿Presión? Michael McCorkle Jones la tiene y lo sabe.
Es una realidad que Mac Jones no vivió sus primeros años de la mejor manera, pero es cierto que demostró cualidades específicas dignas de alguien que está destinado a hacer cosas grandes siempre y cuando sea emncamiando de la mejor manera y tenga la confianza, pero sobre todo el tiempo para conseguirlo. Es ahora o nunca para la selección 15 en primera ronda del Draft de 2021.
Fue el segundo mejor rookie del campeonato, solo por detrás de Ja’Marr Chase. En 2022 tocaba dar un paso adelante, pero la franquicia tendió hacia lo contrario. La mediocridad se apoderó de Nueva Inglaterra y se comprobó con una caótica última jugada ante los Raiders.