Román «Mozumbito» Martínez fue alguna vez una de las grandes promesas del Club América. Con un talento que ilusionaba a la afición azulcrema, se pensaba que podía consolidarse como una pieza clave del equipo. Su habilidad con el balón y su olfato goleador hacían creer que su futuro estaba asegurado en la élite del fútbol mexicano.
Sin embargo, la historia tomó un rumbo diferente. Sin encontrar la regularidad esperada en el primer equipo y sin oportunidades de brillar en la Liga MX, el delantero terminó alejado de los reflectores. Hoy en día, Mozumbito juega en la llamada «talacha», defendiendo los colores de distintos equipos en torneos amateurs, lejos de los grandes escenarios que alguna vez soñó conquistar.
Su historia es un claro ejemplo de cómo el fútbol puede cambiar de un momento a otro. De promesa a jugador de ligas independientes, el destino de Martínez es un recordatorio de lo difícil que es mantenerse en la élite del fútbol.