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Si amas el baloncesto debes tener el máximo respeto por Derrick Rose, la rosa que creció del concreto en Chicago y que tomó a la NBA por completo en un abrir y cerrar de ojos, pero para su mala fortuna, el estrellato se esfumó igual de rápido. Días antes de los playoffs se estrenó el emotivo documental de Derrick Rose en el que se aprecia el momento exacto en que deja a los Bulls.

Rose fue el jugador más joven en ganar el MVP de la NBA.

El vibrante filme muestra cómo el base dominó la liga desde su primer año, en que gracias a su tremendo nivel ganó el premio a Novato del Año y posteriormente, sería el MVP de la liga.

Derrick Rose llegó a la NBA en 2008 después de jugar un solo año en la Universidad de Memphis, donde fue considerado el mejor jugador de toda la NCAA. Los Bulls lo tomaron en el Draft de ese año con el pick número uno. El hijo prodigo de Chicago regresó.

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El base tuvo 7 años pletóricos con los Bulls, donde jugó 406 partidos, 405 como titular con un promedio de 19.7 puntos por partido y 35 minutos.

Pero las multiples lesiones lo apagaron.

Quizás la peor fue la ruptura de ligamentos de su rodilla izquierda en los playoffs de 2012 contra los 76ers. Después de esa lesión jamás volvió a ser el mismo.

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La parte más desgarradora del documental es el momento preciso en el que Rose fue enviado de los Bulls a los Knicks, donde tuvo un paso sin pena ni gloria.

En el audiovisual se ve al base con lagrimas en los ojos y con mucha frustración ya que tuvo que dejar al equipo de su ciudad natal. Después de eso la relación entre D-Rose y los dirigentes de los Bulls ha sido catastrófica.

Rose llegó a los Knicks y todo siguió en picada, no pudo retomar su nivel de MVP y sus constantes lesiones lo siguieron mermando.

Después tuvo malos pasos por Cleveland Cavaliers y Utah Jazz (nunca jugó un solo partido con ellos), hasta que en 2018 se reencontró con Tom Thibodeau (exentrenador de los Bulls) en los Minnesota Timberwolves que confiaron en él para que reviviera su carrera.

Este año volvió a tener destellos del MVP que aún es. En un juego con sabor a venganza contra el Jazz anotó 50 puntos, su máximo en su carrera. Al termino del partido hubo lagrimas en sus ojos. Sabía que estaba de regreso.

También volvió a Chicago, donde tuvo otra exhibición magistral. De hecho, el United Center lo ovacionó todo el juego y hasta el cantaron «MVP, MVP, MVP» en varias ocasiones. Al final se plantea la posibilidad de que los Bulls retiren su número por el impacto que tuvo y aún tiene en Chicago. Ojalá lo hagan.

El documental de Derrick Rose es una entrega magnifica y puedes verlo aquí.