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Aún no se sabe quién será el nuevo campeón del futbol americano colegial, el cual saldrá entre Alabama y Ohio State, pero eso no es un problema para saber quién es el mejor jugador porque las encuestas apuntaban a alguien en específico, se trata de Devonta Smith, quien ganó el Trofeo Heisman.

Todos pensaron que se lo llevaría Trevor Lawrence.

El mariscal de campo de Clemson ha demostrado que será una gran adquisición para cualquier equipo de la NFL, pero en cuento a colegial, no tuvo su mejor temporada este año. El COVID-19 lo afectó al salir positivo, pero a pesar de eso, su actuación no fue la mejor que se le ha visto.

Es por eso que otros jugadores eran más propensos a llevarse el premio al mejor jugador del año en el futbol americano colegial, el Trofeo Heisman. Todo en esta entrega fue diferente, desde la fecha en la que se dio (un mes después de lo habitual), hasta el ganador, porque hace mucho que un receptor no obtenía este galardón.

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Los quarterbacks suelen llevárselo siempre.

El Heisman ha ido casi exclusivamente otorgado a mariscales de campo, quienes lo han conquistado 17 veces en los últimos 20 años (Kyler Murray, Lamar Jackson, Baker Mayfield o Joe Burrow), de los que los otros tres años el premio fue para los corredores.

DeVonta Smith de Alabama, rompió con esa hegemonía. El último receptor en ganar este trofeo había sido Desmond Howard de Michigan en 1991, además de que solo otros 2 WR lo han obtenido, siendo Tim Brown de Notre Dame en 1987 y Johnny Rodgers de Nebraska en 1972.

Los números de Smith demuestran que merecía pertenecer a esa lista.

La razón por la que Devonta Smith ganó el Trofeo Heisman, es porque en la presente temporada ha atrapado 105 pases para 1,641 yardas y 20 touchdowns, algo que nadie estuvo cerca de superar, terminando con esta sequía para los receptores.