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Se acercan los campamentos de entrenamiento de los equipos de la NFL, lo cual quiere decir que también se aproxima la fecha límite para firmar acuerdos a largo plazo. Uno de ellos es el del corredor Dalvin Cook que quiere un nuevo contrato con Vikings o no se presentará a jugar con el equipo.

Los RB suelen ser especialistas en este tipo de situaciones.

El primero que lo hizo y que sentó un precedente para que los jugadores le exigieran a los equipos una extensión de contrato, fue Le’Veon Bell, corredor de los Jets. Antes de llegar a los de Nueva York, jugaba con los Steelers, quienes le pusieron la etiqueta de jugador franquicia y él no estuvo de acuerdo, no jugó la temporada y se esperó hasta ser agente libre.

Solo un año después, Ezekiel Elliott de los Cowboys hizo exactamente lo mismo. No se presentó a los entrenamientos de verano, aunque esta historia terminó diferente porque Dallas sí le dio lo que pedía y lo convirtió en el RB mejor pagado de la NFL (antes de que Christian McCaffrey de los Panthers le quitara el puesto este 2020).

 

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Dalvin Cook está por unirse a la lista.

El corredor de Minnesota aseguró que no participará más en actividades del equipo hasta que reciba lo que determina como un acuerdo «razonable», así que el equipo no tendría corredor a menos de que abra la cartera con un precio que Cook acepte.

Hay un pequeño problema y ese es que los Vikings son un equipo que se va más por el quarterback. Le ofrecieron a Kirk Cousins una extensión que le pagará 30 millones de dólares por temporada. Eso quiere decir que Cook ganará en 3 años, lo que Cousins en una sola temporada.

El corredor no cree que sea algo justo.

Tuvo 1,135 yardas terrestres y 13 touchdowns de la temporada pasada, dejándolo como uno de los mejores RB de la campaña. Por ello, Dalvin Cook no se presentará a los entrenamientos ni a la temporada, porque quiere un nuevo contrato con Vikings que demuestre lo que vale y lo que ha aportado a la franquicia.