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Luego de los escándalos en los que estuvo involucrado, muchos tenían una mala imagen de Conor McGregor, pero parece que el irlandés logró limpiarla de nuevo, porque en su regreso a la UFC no solo logró una victoria contundente, sino que mostró un nivel de humildad que hace mucho no se le veía.

Noqueó a su rival en 40 segundos.

Llevaba meses sin lograr pelear en el octágono, mucho menos en el cuadrilátero -donde se vio las caras con Mayweather-, así que nadie sabría si regresaría de buena manera. Además se enfrentó a Donald ‘Cowboy’ Cerrone, un experimentado peleador que nunca ha sido fácil de vencer.

Fue el evento estelar de la UFC 246 en la T-Mobile Arena de Las Vegas y vaya que no decepcionó. Había famosos como Chad Ochocinco, Baker Mayfield y hasta Tom Brady. Todos estaban ahí para vivir el regreso al octágono del irlandés, uno que quedará guardado por muchos años.

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Bastaron 40 segundos para que el evento terminara.

McGregor respondió el primer golpe de su rival con un rodillazo a la cabeza, después se amarraron en el centro del octágono y el irlandés conectó golpes con el hombro al rostro de «Cowboy», después le dio una patada al mentón que dejó en las peores condiciones al norteamericano, quien se fue a la lona para tratar de sobrevivir a los ataques de McGregor, quien no cesó hasta obligar al réferi a detener la pelea.

 

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El irlandés no podía estar más orgulloso. «Soy el primer peleador en la historia del UFC en tener una victoria por nocaut en peso pluma, ligero y wélter», declaró McGregor después de la pelea. «Estoy muy feliz».

Felicitó a su rival y no se burló en ningún momento.

El peleador cambió su forma de pensar en muchos sentidos y dejó de ser tan egocéntrico como otra veces, o al menos eso demostró en la pelea. El regreso de Conor McGregor a la UFC fue un éxito total, ahora solo queda ver que siga por es buen camino.