Foto:@ESPN

El ‘hijo de la leyenda’ no ha terminado por explotar, tal vez sean la fatídicas comparaciones con su padre pero a final de cuantas la situación no es la mejor para el mexicano. Sin embargo ayer se sacudió muchas de esas críticas y lo hizo con autoridad, ya que en su regreso a los cuadriláteros Julio César Chávez Jr noqueó a su rival en tan sólo un minutos.

Un golpe bastó para destruir a su rival.

2 años, 3 meses y 4 días tuvieron que pasar para ver al púgil una vez más dentro de los cuadriláteros, como era de esperarse el morbo estaba a tope, muchos creían que el retiro de Chávez Jr sería el camino que tomaría, sin embargo decidió regresar para comenzar desde abajo. En un escenario muy diferente a los que estaba acostumbrado.

San Juan de Lagos Jalisco fue el lugar que habría elegido el boxeador para regresar a la acción, su entrada fue sin mucha faramalla, la pirotecnia y demás era cosa del pasado, lo único que le importaba era subirse al encordado y convencer a su gente. De entrada se veía en buena forma, el presagio era positivo.

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En la otra esquina se encontraba Evert Bravo, colombiano, que simplemente sirvió de carnada, la pelea no sería muy larga y desde los primeros instantes se podría percibir, el ‘hijo de la leyenda’ estaba más que determinado a recuperar un poco del respeto perdido, la pelea se fue contra las cuerdas y tras un par de intercambios truncos llegó el famoso ‘golpe a la zona hepática’, mismo que hizo efecto en unos cuantos segundos.

Chávez Jr, sabía que había tocado el botón, esto pone otro número más en su haber, sin embargo el reto está ahí, un pleito más exigente para el mexicano, mismo que deberá aceptar si quiere seguir bajo los reflectores, aparentemente esta pelea es simplemente para tomar confianza.

Sea como sea Julio César Chávez Jr noqueó a su rival en un minuto y a sus 33 años aún está en forma para poder pensar en cosas importantes, su récord no es nada malo, 51 victorias, 3 derrotas y 1 empate con un total de 33 knock outs, por lo que el llamado ahí está y más de uno le gustaría verlo intentar saldar esa cuenta que tiene con su legado.

 

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