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La rivalidad entre equipos siempre va a existir y siendo honestos es lo que hace el deporte más entretenido, pero también existe una línea que nunca debería cruzarse. El respeto es la base de todo y cuando eso se pierde, las cosas no tienen sentido, tal como pasó en un partido del Mundial Femenil, donde Camerún cree que fue víctima de racismo.

En medio de una terrible controversia, las africanas se vieron perjudicadas.

El partido de Inglaterra vs Camerún en los Octavos de Final del torneo empezó a complicarse en los primeros minutos, ya que cuando las inglesas abrieron el marcador fue con un tiro libre indirecto tras un pase de Yvonne Leuko a su guardameta Annette Ndom, quien tomó el balón usando las manos.

Las africanas reclamaron que nunca tuvo intención de agarrarlo de esa manera, pero sus pedidos no fueron escuchados, por lo cual se vieron afectadas no solo físicamente, sino psicológicamente.

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El VAR fue el peor enemigo de Camerún.

El segundo gol de Inglaterra había sido invalidado por offside de Toni Duggan, quien no participó en la jugada, así que al checarlo con la tecnología, Liang, el árbitro principal, rectificó que la jugadora que estaba fuera de lugar nunca tocó la pelota.

Ellas empezaron a creer que eran víctimas del racismo por parte de las oficiales, por lo cual estuvieron cerca de abandonar el terreno en dos ocasiones, además de hacer reclamos muy subidos de tono durante el resto del partido.

Como si las cosas no estuvieran mal, hubo otro momento de terror.

Un gol de la jugadora camerunesa Ajara Nchout fue invalidado correctamente por un fuera de juego milimétrico de la asistidora Gabrielle Aboudi. Lo cual hizo que la autora del gol rompiera en llanto con su entrenador.

Aún no hay acusaciones directas de discriminación por parte de las jugadoras de Camerún y no ha habido ningún comentario al respecto, pero la molestia de las jugadoras fue obvia y puede que las cosas no terminen ahí.