Tantas cosas pueden cambiar en un año, desde tener un equipo completamente diferente hasta modificar el sistema de juego. Eso es justo lo que le pasó a los Sixers de la NBA, quienes ahora tienen a su estrella en Ben Simmons y que su temporada sea un éxito o un fracaso dependerá totalmente de él.
Jimmy Butler dejó a su excompañero a su suerte.
En el 2018, ambos jugadores eran las estrella de la franquicia de Philadelphia (junto con Joel Embiid) y si uno fallaba, no había problema, ya que el otro podría sacar el trabajo. Ahora se quedaron con uno solo y su sistema de juego será completamente distinto, pero nadie sabrá si será exitoso.
No hay que dudar de la habilidad y el talento de Simmons, cualquiera quisiera tenerlo en su equipo, el tema es que la forma a la que estaba acostumbrado tendrá que cambiar y ahora deberá agarrarle el gusto a algo que él mismo dijo que no le encantaba hacer.
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Este año tendrá que empezar a gustarle.
«No. No voy a salir y disparar tres», fue la que dijo la campaña pasada. Generalmente, Butler era el encargado de ser el armador del equipo, así que la mayoría de las veces todo dependía de su tino y lo acertado que estuviera cada partido. Simmons no debía preocuparse tanto por eso.
Ahora que su compañero se fue al Miami Heat, toda esa responsabilidad recayó en él. El tiro de 3 es solo una parte del baloncesto, pero es algo que sigue a los Sixers, ya que el All-Star de 23 años hace muchas otras cosas bien, desde provocar la ofensiva con su velocidad vertiginosa y pases creativos en transición hasta vigilar casi todas las posiciones en el piso, pero el tiro no es lo suyo.
Estos fueron sus números la temporada pasada.
Su historial con cualquier tipo de tiro en salto y desde la línea de falta es pobre. Lanzó un 23.8 por ciento desde 10 pies la temporada pasada, mientras que su porcentaje de tiros libres mejoró levemente, del 56 al 60 por ciento. ¿Les parece bueno? Compárenlo con el 91% que tiene Stephen Curry, ¡no le llega ni a los talones!
Todo esperan que en verano se haya dedicado a practicar sus tiros desde distancia, porque si no, el equipo no podrá confiar en él. El entrenador dijo que quiere que Simmons tenga confianza en disparar, aunque no habrá una luz verde incondicional, no «cazará tres» para su armador.
Ben Simmons tiene mucha presión encima y más con unos Sixers que se desarmaron en la agencia libre, pero a pesar de eso tendrán que demostrar que aún pueden competir en la temporada 2019 de la NBA.