La misión más importante de todo ser humano es encontrar su vocación en la vida, al no ser una labor tan sencilla, existen varios famosos artistas que pudieron ser deportistas profesionales y que dejaron de lado sus dotes como atletas.
La mayoría de los integrantes de la lista optaron por la música.
Así como todas las personas hemos tenido contacto con el deporte y con el arte de alguna u otra manera, estos reconocidos personajes también lo hicieron y llegó un momento definitivo en el que tuvieron que dejar la actividad física a un lado o simplemente como hobby, con el objetivo de brillar en otra profesión.
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Estos son algunos artistas que pudieron ser deportistas.
Salvador Dalí.
Se trata de uno de los máximos representantes del surrealismo por la genialidad que tenía dentro de sí. Creció junto a un par de amigos amantes del futbol y eso lo inspiró a practicar dicho deporte en posición de guardameta.
Con el paso del tiempo, descubrió que su camino se separaría de las canchas y lo guiaría a la pintura para convertirse en uno de los más reconocidos de la historia. Curiosamente, sus compañeros de la infancia cumplieron su sueño de ser futbolistas profesionales: Emilio Sagi y José Samitier formaron parte de la plantilla del Barcelona que consiguió su primer título de liga en 1929.
Dalí hizo algunas obras relacionadas con el futbol como «Gol».
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Julio Iglesias.
Español de nacimiento y autor de canciones extraordinarias como «Me olvidé de vivir», «Seguiré mi camino», «Con la misma piedra» o «Hey», entre muchas otras. Su amor por el futbol estuvo a punto de llevarlo a las mejores canchas del mundo.
Es aficionado del Real Madrid desde la infancia y eso le permitió jugar en las fuerzas básicas del equipo de su ciudad natal como portero, pero una tragedia acabó con su sueño deportivo: sufrió un terrible accidente automovilístico el 22 de septiembre de 1962 que lo obligó a decir adiós al arco.
Los médicos diagnosticaron que no volvería a caminar, pero sólo estuvo semiparalítico por año y medio.
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Rod Stewart.
Nacido en Londres, Inglaterra, la capital mundial del futbol y tierra de bandas icónicas como Queen o The Beatles. Con semejantes referencias y un talento que tiene por naturaleza, es un famoso cantante de rock que interpreta obras como «Forever Young», «Da Ya Think I’m Sexy?» o «I Don’t Want to Talk About».
Es un fiel seguidor del Celtic de Escocia y eso lo inspiró a probar suerte como jugador, aunque su máximo logro fue convertirse en el capitán del equipo de la Universidad de Middlesex.
Se desempeñaba como defensa central.
Lars Ulrich.
Metallica es una de las bandas más famosas del genero que toca en todo el planeta, pero hoy no contaría con su baterista si hubiera seguido los pasos de su padre Torben Ulrich, extenista profesional que llegó a competir en Roland Garros y en Wimbledon.
El talento como jugador del ‘Deporte Blanco’ lo llevaba en la sangre y se dedicó durante gran parte de su vida a practicarlo en su natal Dinamarca y en Estados Unidos, pero en su etapa de adolescente decidió cambiar definitivamente las raquetas por las baquetas.
Ahora es famoso por canciones como «Nothing Else Matters» o «Enter Sandman», entre muchas otras.
Bruce Dickinson y Steve Harris.
Si de metal se trata, Iron Maiden no se queda nada atrás; de no ser porque 2 de sus representantes se apasionaron por la música, quizás ambos hayan triunfado por separado en el mundo del deporte.
Por un lado, Dickinson (vocalista y líder de la banda), es un gran ejemplo de lo importante que es disfrutar y trascender en la vida: es empresario, historiador, piloto y venció un tumor cancerígeno que brotó debajo de su lengua en 2015. Como si no fuera suficiente, ha competido en esgrima a nivel internacional.
En lo que respecta a Harris (bajista), creció como admirador del West Ham United de Inglaterra y eso lo llevó a practicar con el balón en los pies, hasta que aceptó la invitación de Wally St Pier de entrenarse con la institución de los ‘Hammers’. Su labor era cazar talentos. Al final, el poder del rock lo sedujo más.
Entre sus múltiples canciones, destacan «The Number of the Beast», «The Trooper» y «Run to the Hills».
Nunca sabremos si todos estos artistas que pudieron ser deportistas hubieran triunfado en competencias profesionales, pero, sin duda alguna, nos hubiéramos perdido de su brutal talento para deleitar nuestra vista y oído, según sea el caso.