Uno de los jugadores más polémicos en los últimos años de la NFL tiene los focos atención de todo el mundo. Después de haber dominado la liga por más 7 años, su vida cambió drásticamente. Pasó de ser una estrella a ser un preso de la justicia. Antonio Brown se entregó a la policía un día después de que emitieran un cargo de arresto por agresión y robo.
El siete veces el jugador de Pro Bowl tendrá un futuro lamentable.
Este es un claro ejemplo de que la fama y las riquezas pueden desaparecer de inmediato. El destino de las figuras deportivas dependen de lo que hagan en su vida personal y profesional, no todos saben cuidar lo que tienen.
No ha sido la única vez en ser demandado por reprobables comportamientos, hace meses fue acusado de abuso sexual. Los problemas no dejan de aparecer desde que salió de Pittsburgh Steelers, para pasar unas semanas con los –en ese entonces– Oakland Raiders y después con los New England Patriots.
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Ni en Oakland Raiders ni en New England Patriots dejó de ser problemático.
A través de las redes sociales y con información de algunos medios especializados, se confirmó que Antonio Brown se entregó a la policía un día después de que emitieran un cargo de arresto por agredir a otro hombre hace unos días.
En dicho acto también estuvo involucrado su entrenador, Glen Holt.
El jugador de 31 años pasó la noche en la cárcel del condado de Broward.
Según la cadena de televisión NBC6 de Florida, Brown apareció este día en la corte con un chaleco protector, donde el juez Corey Amanda Cawthon estableció una fianza en $110,000 y se agregó a la información que usará un monitor GPS y deberá entregar su pasaporte.
Se le prohibió usar las redes sociales y poseer armas.
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Además, se conoció que Holt fue arrestado horas después tras ser acusado por robo con allanamiento de propiedad y agresión.
¿En qué terminará este caso?
Este agente libre formó parte de los Steelers durante 9 temporadas, después llegó a Raiders en su última temporada y sin jugar ni un sólo juego fue dado de baja por problemas extradeportivos.
Finalmente encontró una oportunidad con Patriots y disputó un sólo juego. Sin embargo, no duró mucho su estadía en la franquicia porque fue acusado de abuso sexual por dos mujeres.