Carlos Alcaraz se coronó campeón de Roland Garros tras protagonizar una de las remontadas más espectaculares en la historia del torneo. En la final ante Jannik Sinner, el español estuvo contra las cuerdas: perdió los dos primeros sets y tuvo que salvar tres puntos de partido. Pero su tenacidad, talento y resistencia física lo llevaron a darle la vuelta al marcador.

El duelo entre Alcaraz y Sinner fue de altísimo nivel, con intercambios intensos, golpes imposibles y una energía digna de una gran final. Sinner jugó con inteligencia y agresividad, pero no logró cerrar el partido cuando tuvo la oportunidad. Alcaraz, por su parte, mantuvo la calma, subió su nivel y se impuso en los últimos tres sets con un tenis espectacular.

Este título no solo consagra a Carlos Alcaraz como una estrella consolidada, sino que también marca el inicio de una nueva era en el tenis. Su capacidad para sobreponerse a la adversidad, su mentalidad ganadora y su estilo de juego dinámico lo convierten en un digno heredero de las leyendas del deporte.

 

¿Fue esta una de las mejores finales de todos los tiempos?