Patrick Mahomes es la base de una de las ofensivas más poderosas que se han visto en los últimos años, pero la realidad es que ni siquiera todo el talento del QB sería suficiente si no tuviera otras armas clave. Por ejemplo, Tyreek Hill, el receptor-velocista que ha creado una gran diferencia en los Kansas City Chiefs.
Es una parte importante de toda la ofensiva.
Los Chiefs cuentan con armas tanto en el aire como por tierra, desde las manos más seguras que son de Travis Kelce, hasta su corredor novato estrella, Clyde Edwards-Helaire. Por donde le vean, este equipo puede hacer daño, pero sin duda, Hill es el más desequilibrante de todos.
Podrá no ser el receptor más alto de la NFL con solo 1.78 mts, pero eso lo compensa con la velocidad que tiene, no por nada su apodo es ‘Cheetah’. Cualquier defensa sufre intentando cubrirlo y no solo al momento de la recepción, también después, porque sus corte y elusividad parecen sacados de un videojuego.
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No ha hecho más que mejorar desde que llegó a la NFL.
Uno de los jugadores más dinámicos ha continuado su trayectoria ascendente esta temporada. Hill atrapó 87 pases para 1,276 yardas en la temporada regular, la tercera vez en cuatro años que supera las 1,000. También tuvo un récord personal de 15 recepciones de TD, dos anotaciones más por tierra y lideró la liga con 14 yardas por toque desde la línea de golpeo.
Hill llegó a la liga como un ‘pequeño’ que estaba destinado a una carrera regresando patadas de salida y despejes. Incluso en la universidad, nadie parecía saber si Hill era un receptor o un corredor, pero Andy Reid supo encontrar su talento, el cual se ha vuelto clave en la ofensiva de los actuales campeones de la NFL.
Tyreek Hill is torching the Buccaneers with 203 yards and 2 TDs in the first quarter. pic.twitter.com/KEbRin4m8o
— USA TODAY NFL (@usatodaynfl) November 29, 2020
¿Será el factor estrella para vencer a los Buccaneers?
Basándose en estadísticas, la respuesta es sí. Cuando los Kansas City Chiefs jugaron contra Tampa Bay en la semana 12, Tyreek Hill terminó el juego con 269 yardas (y tres touchdowns) en 13 recepciones, con lo que empató el puesto 13 más alto en la historia y quiere repetirlo en el Super Bowl LV.