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Los Browns tenían pocas posibilidades de clasificar a los playoffs, las cuales se redujeron considerablemente tras la suspensión de Myles Garrett, que golpeó a Mason Rudolph con un casco en la cabeza de forma salvaje, en la victoria de su equipo en el Thursday Night Football.

La liga anunció que estará fuera por tiempo indefinido.

Como mínimo no volverá a pisar el terreno de juego este año y tendrá que reunirse con la oficina del Comisionado antes de tomar una decisión sobre su reincorporación.

El ala defensiva recibió la mayor sanción en la historia de la NFL por una conducta violenta dentro del campo, luego de la pelea que ocasionó durante la victoria de la Semana 11, 21-7 de su equipo sobre los Steelers.

Cerca del final del partido, Garrett derribó al mariscal de campo Rudolph, después de que este había lanzado el balón, el QB reaccionó tratando de arrancar el casco al defensivo, sin lograrlo.

Eso desató la ira del defensivo, quien le quito el casco a Mason Rudolph y le propinó un golpe en la cabeza con el mismo, provocando la reacción de los linieros ofensivos de Pittsburgh, en especial del centro Maurkice Pouncey, quien derribó a Garrett y comenzó a lanzarle puñetazos y patadas en el piso junto a su compañero David DeCastro en las diagonales.

Rudolph en ese instante estaba fuera de la trifulca, pero luego el tackle defensivo de los Browns, Larry Ogunjobi, llegó por la espalda para empujarlo al suelo. Naturalmente ocasionó otra pelea en un sector distinto.

Los oficiales respondieron expulsando a Garrett, Pouncey y Ogunjobi.

Además de la suspensión de Myles Garrett que golpeó a Mason Rudolph con un casco en la cabeza, Pouncey fue inactivado tres partidos sin goce de suelto y recibió una multa adicional por golpear y patear a un rival. Ogunjobi fue suspendido un juego y por rudeza innecesaria.

Rudolph no recibió castigo por parte de la liga, a pesar de que fue quien inició el conato de bronca.

Día oscuro para la liga, las reacciones no se hicieron esperar.