Foto: Twitter @FIFAWorldCup

Posiblemente, Catar pasará a la historia como el país más conservador que ha organizado un Mundial: ha impuesto bastantes restricciones para asistir y permanecer en el país durante la edición 2022.

Ninguna otra competencia de este tipo ha sido tan controlada.

Para esta edición de la justa de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) se creó la Hayya Card, misma que funge como permiso para llegar a la nación anfitriona.

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Las únicas maneras de obtenerla era demostrando la posesión de algún boleto para cualquier partido del torneo, o bien, la confirmación de reservación de hospedaje.

Una vez en el país, ciertas cosas que son normales en muchos lugares, no están permitidas.

Se podría decir que la principal de ellas es el consumo del alcohol, puesto que no habrá venta de ese tipo de bebidas en los estadios ni en sus alrededores, recordando que es prohibido en la religión islámica.

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Por otro lado, reprueban las muestras de afecto en público, sobre todo si los implicados pertenecen a la comunidad LGBT+, ya que la homosexualidad es considerada como delito.

En cuanto a la vestimenta, no se podrán usar prendas que vayan en contra de su cultura.

Eso significa que no pueden contener ningún tipo de mensaje que incite a la violencia o que estén a favor de las cosas que vayan en contra de sus creencias y costumbres.

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En cuanto a las fotografías, se debe evitar tomar edificios gubernamentales y, en el caso de querer capturar alguna imagen de alguna persona local, se le deberá pedir su autorización previa.

Tener relaciones sexuales fuera del matrimonio también es ilegal.

Todas esas son las restricciones que habrá durante el Mundial de Catar 2022, mismas que lo convierten en uno de los más estrictos y restringidos de la historia.