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Los reflectores están sobre él, y no es para menos, hoy por hoy es el mejor jugador de la Premier Legue, galardón que un defensor no ganaba desde el mítico John Terry, el es Virgil van Dijk, quien junto con el Liverpool está a punto de coronarse campeón de la Champions de último minuto.

Su momento tardó en llegar.

Algunos le dicen la ‘Torre’ y su seguridad para detener los ataques aéreos son prueba de que ese mote está en lo correcto. Formado en la cantera del Willem II dio sus primeros pasos hacia el profesionalismo, y de acuerdo al propio Virgil van Dijk fue en ese momento cuando supo que las cosas iban enserio.

De hecho, durante sus primeros años Virgil trabajó como lavaplatos, algo que le ayudaba a tener un sueldo fijo, y a su vez un empleo que intentó alejarlo de las canchas, el dueño del lugar alguna vez declaró: «Su padre solía venir a recogerle después de trabajar. Era un gran empleado. Siempre estaba aquí las noches más duras de la semana. Solía decirle que lavase más platos y dejara de intentar ser profesional«, la mejor parte fue que no escuchó.

Traspasado al  FC Groningen en 2010 sólo para hacer su debut en 2011 y comenzar a brillar. Desde ese momento sus dotes comenzaron a llamar la atención, un jugador diferente con físico impresionante, el club que lo vio nacer contó con él 66 partidos, en los cuales sumó 7 goles y actuaciones impecables en zona baja.

Su siguiente paso fue a uno de los equipos más históricos en el viejo continente, el Celtic de Glasgow, con el cuál disputó 115 partidos que resultaron en 15 goles, 3 Scottish Premier Legues (2013/14, 2014/15 y 2015/16) y una Copa de la Liga (2014-2015).

Esto en lo colectivo, pero en lo individual tampoco le fue nada mal, ya que fue reconocido 2 años consecutivos como parte del equipo ideal de la liga escocesa.

Su siguiente paso sería a una liga de mayor envergadura, la Premier Legue recibió al defensa que se enroló con el Southampton, equipo al que llegó por 15 millones de euros, con el que disputó 80 partidos y con el que cautivó a más de uno, entre ellos el Liverpool, equipo que lo pretendió de cara a la termino de la temporada 2017/18, sin embargo el Southampton no quería dejar ir a su nueva joya.

Es aquí donde el deseo de van Dijk por vestir la playera roja entró en juego, y no iba a dejar que los intereses de una directiva interfirieran con su sueño, solicitando así un Transfer Request, el cual le permitió llegar al Liverpool y cambiarle la cara al equipo.

En su temporada debut el holandés fue el jugador que mejor promedio de duelos personales tuvo con un 72.3% de efectividad, es decir, una autentica muralla.

Ese tipo de actuaciones no han pasado inadvertidas para Liverpool que esta temporada está viendo los resultados de una de las mejores contrataciones de los últimos años.

En la Premier League desafortunadamente no lograron el objetivo, ser campeones quedando a 1 punto del Manchester City, que cosechó 98, dejándolos a un triunfo de la gloria, lo bueno de esta historia es que el futbol les dio una revancha.

Bajo el mando de van Dijk, el Liverpool logró ser la defensiva menos goleada del campeonato inglés, con sólo 22 goles recibidos luego de 38 juegos, por si esto fuera poco los dirigidos por Jürgen Klopp lograron mantener su casa imbatida en toda la temporada ya que no perdieron un sólo juego en Anfield, incluyendo Champions League.

Esto le valió a Virgil van Dijk ser el primer defensor desde John Terry en ser considerado el mejor jugador de la Premier League de toda la temporada.

Hoy están en la antesala de conseguir el trofeo más importante a nivel de clubes, algo que sin duda les ayudaría a pasar ese trago amargo de no lograr conquistar la Premier Legue.

Para el holandés es un orgullo jugar para el Liverpool donde aseguró que disfruta «como cuando era un niño» siendo este el mejor momento de su carrera y vaya que lo disfrutará más si consigue la gloria europea.