La Selección Mexicana volvió a dejar dudas tras caer ante Paraguay, cerrando el año con un sabor amargo que preocupa a la afición. El equipo no logró mostrar solidez, ni en defensa ni en ataque, y continúa acumulando actuaciones irregulares que encienden las alarmas rumbo al Mundial.
El dato que más preocupa es que, en sus últimos seis partidos, México no ha podido conseguir un triunfo. Esta racha negativa ha generado incertidumbre en torno al funcionamiento del equipo, que parece no encontrar identidad ni una base sólida de juego.
Con la Copa del Mundo cada vez más cerca, el panorama luce complicado. Javier Aguirre tiene un enorme reto por delante para corregir errores, levantar el ánimo del plantel y reconstruir un proyecto que hoy genera más dudas que certezas.
