Guillermo Martínez, quien llegó como la gran esperanza ofensiva de los Pumas, atraviesa un momento complicado. El delantero apenas aporta el 22% de los goles del equipo, una cifra muy por debajo de lo esperado para un referente de área. Su sequía ha comenzado a preocupar tanto a la afición como a la directiva.

El “Memote” no ha logrado convertirse en ese jugador determinante que marque la diferencia en el marcador. Los universitarios han resentido la falta de contundencia y, en consecuencia, los resultados no han acompañado en las últimas jornadas. La paciencia de los seguidores parece agotarse.

Dentro de la institución ya circula la versión de que la directiva analiza opciones para reforzar el ataque. El debate está abierto: ¿debe Pumas confiar en la recuperación de Martínez o buscar un nuevo goleador en el próximo mercado?