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La gran interrogante sobre el mariscal de campo de Baltimore era si era lo suficientemente capaz de ganar un partido de postemporada, eso ya demostró que sí. Aunque ahora viene la parte más complicada, en donde Lamar Jackson debe de brillar en los playoffs con los Ravens.

Venció a los Tennessee Titans.

En sus dos temporadas pasadas como titular de Baltimore, había demostrado que es uno de los mejores actualmente, pero siempre que llegaba a playoffs, era como si su nivel bajara de manera automática. Era eliminado en el primer partido cada año.

En la campaña 2020 quería romper esa racha y lo consiguió ante Titans, donde logró su primer victoria en playoffs. Logró 179 yardas, más otras 136 terrestres, además de un TD por tierra, guiando a los Ravens a superar a su rival con un marcador de 20-13.

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Ya ganó su primer partido, ahora es tiempo de brillar.

Fue el MVP la temporada pasada y podría seguir marcando su legado si llega más lejos en los playoffs. Las críticas sobre si puede lanzar o no -siendo un QB corredor-, siempre han estado presentes, pero aún así ha dejado ver que puede llevar al equipo lejos.

Terminó la temporada regular con 2,757 yardas aéreas, 26 pases de TD y solo 9 intercepciones. En cuanto al juego terrestre, también logró aportar con 1005 yardas y 7 TD por tierra, dejando claro que puede ser una amenaza por ambos lados del ataque.

Su próximo rival son los Buffalo Bills.

Ese equipo es uno de los favoritos a llevarse el Super Bowl, así que Lamar Jackson tiene una tarea complicada en los playoffs con Ravens, pero en caso de sacar la victoria, ya no quedará duda de que puede ser el QB del futuro con Baltimore.