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El carácter duro y seguro que caracteriza al jugador fue algo que aprendió desde pequeño. Nunca se dio por vencido aunque muchos no confiaran en su talento, la historia de Zlatan Ibrahimovic y todo lo que hizo por el mundo del futbol, no hubiera sido lo misma sin su irreverente forma de ser.

Creció en un conflictivo barrio en las afueras de Malmo.

Cuando era un niño, sus padres se divorciaron, algo que él cataloga como un momento difícil, pero del cual se salvó tras refugiarse en el deporte. De pequeño practicó taekwondo, algo que durante su carrera aprovechó para hacer remates que otros jugadores no pueden.

Fueron tiempos complicado, pero algo que nunca perdió fue su sentido del humor y su tenacidad. Eso lo llevó a empezar en el futbol e irse a un equipo a 3 kilómetros de su casa, ahí fue donde se dio cuenta que podía convertirse en jugador profesional.

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Su vida apenas estaba empezando.

Un visor del Malmo lo fichó después de remontar un partido anotando 8 goles, entrando de suplente. A pesar de que actualmente mide 1.95, en su infancia la estatura era un problema, lo catalogaban como alguien pequeño, de hecho era el más bajo de estatura en el equipo.

Estuvo cerca de dejar el futbol, pero sus entrenadores lo convencieron de intentarlo, porque uno de sus sueños era jugar en el Inter de Milán, donde militaba su ídolo, Ronaldo Nazario. Fue así como firmó con el Ajax, una de las mejores canteras de Europa.

Llevó al equipo a cuartos de Final de la Champions.

Eso lo catapultó a la Juventus, donde conquistó una Liga y su buen nivel lo llevó a donde siempre había soñado, el Inter de Milán. Anotó 66 goles en 3 temporada y obtuvo 3 títulos de la Serie A para ser considerado de los mejores jugadores de Europa.

Después de ahí, llegó un momento complicado en la historia de Zlatan Ibrahimovic.

Lo fichó el Barcelona, donde no brilló como se esperaba. Su posición opacaba la del mejor jugador ‘culé’ Lionel Messi, además de que no se llevaba bien con Pep Guardiola, entrenador en ese entonces.

Su salida era inminente, y para vengarse de Pep, quiso fichar con el Madrid de Mourinho, algo que no logró. En lugar de eso, el Milan fue por él y consiguió un Scudetto, lo cual lo convirtió en el primer jugador en ganar 8 ligas consecutivas en 3 países distintos.

Después fueron 2 equipos más en Europa.

Tuvo un envidiable paso por el PSG donde alcanzó los 156 goles y 12 títulos diferentes. Estuvo 2 temporadas más en el Manchester United y se convirtió en el  único jugador en participar en Champions League con siete equipos diferentes.

Después de años en el ‘Viejo Continente’ emigró a la MLS con el LA Galaxy, donde se convirtió en ídolo, no solo por sus 53 goles en 2 temporadas, sino porque llevó con él su irreverente humor

Además de ser un excelente jugador en la cancha, también era conocido por su forma de ser, la cual le trabajo algunos problemas. Dijo frases como no conozco ningún jugador de la Liga Francesa, pero todos ellos saben quién soy yo”, cuando jugaba en el PSG.

La humildad no es lo suyo porque también comentó, “puedo jugar en las once posiciones del campo porque soy mejor que la mayoría en cualquiera de ellas”, algo que daba a creer que el trabajo en equipo era un problema.

Aunque al final eso era lo que enamoraba a la gente, su estilo de juego y la seguridad en sí mismo. Conquistó el mundo del futbol en todos los equipos en los que estuvo.

Ahora que vive una segunda etapa en el Milan, Zlatan Ibrahimovic quiere repetirlo en su historia, aunque será un poco complicado porque a sus 38 años ya no es el mismo de antes, pero en realidad no es algo que necesite. El día que se retire lo hará como los grandes, siempre pensando que fue el mejor de la historia.