Este martes 8 de marzo se desarrolló la Asamblea de Dueños de la Liga MX extraordinaria para tomar decisiones sobre el caso del Querétaro tras el acontecimiento violento del sábado pasado y ya hay algunas consecuencias contra el equipo.
Su desafiliación quedó descartada por el momento.
Lo primero que se supo fue que su inmueble quedó vetado hasta nuevo aviso, pero ahora se anunció que la suspensión será por un año y tendrá que encontrar una nueva casa para sus partidos como local, aunque se llevarán a cabo a puerta cerrada.
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Esa es la sanción menos drástica, puesto que la directiva de los ‘Gallos Blancos’ quedó separada de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) por cinco años.
Además, su control tendrá que regresar a manos de su propietario original.
Si bien es cierto que hace un par de años se oficializó la compra por parte de un conjunto de empresarios, la franquicia le sigue perteneciendo a Grupo Caliente por el simple hecho de que no se ha completado el pago del intercambio de propiedad.
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Por ende, el conglomerado que también es dueño de Tijuana en la Primera División de México y Dorados en la Liga de Expansión, ahora estaría obligado a vender al club queretano en un plazo no mayor a un año.
Además, deberá pagar una multa de un millón y medio de pesos.
Esas son las primeras consecuencias contra el Querétaro luego del lamentable episodio que se vivió en el Estadio Corregidora en su partido contra Atlas de la jornada 9 del torneo Grita México C22 de la Liga MX, mismo que perdió por default con un marcador de 0-3.