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Hay dos mexicanos en el equipo ‘verdiblanco’, aunque el 2021 solo inició bien para uno de ellos. El otro se perdió los dos primeros partidos del año tras contagiarse de COVID-19, pero la esperar llegó a su fin, ya que Andrés Guardado regresó con el Betis esta semana.

Fue diagnosticado con COVID-19 el 1 de enero.

El jugador dio positivo junto con sus compañeros Joaquín Sánchez y Martín Montoya, quienes tuvieron que permanecer aislados un mínimo de 10 días para después volver a hacerse la prueba y hasta que diera negativo regresar a los entrenamientos con el equipo.

Durante ese tiempo, el mexicano no pudo participar en los partidos de Sevilla y Huesca en LaLiga y Mutilvera en Copa del Rey. Dos los ganaron y uno lo empataron, por lo cual no hicieron un mal trabajo a pesar de la ausencia del mediocampista, quien ya no se perderá más partidos.

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Se prepara para el próximo encuentro.

Se ha ejercitado a las órdenes de Pellegrini en la sesión posterior al día de descanso del lunes para preparar el partido de Copa del Rey del próximo domingo ante el Sporting de Gijón en El Molinón. Aún no es seguro si el mexicano podrá tener acción.

Por otro lado, falta que Joaquín y Montoya se reincorporen el grupo una vez que nuevas pruebas confirmen su negativo en covid-19. Mientras eso sucede, Pellegrini tendrá que arreglárselas con los jugadores que tiene, pero la buena noticia es que Andrés Guardado regresó con el Betis.

Solo falta ver su condición física.

El COVID-19 es una enfermedad que afecta de manera física y hay una posibilidad de que el mexicano no se encuentre al 100%, pero eso quedará en manos de los entrenadores por decidir, ya sea que lo utilicen para el siguiente partido o esperarse uno más.