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La famosa frase «piensa antes de actuar» es verdad, ya que todo acto tiene una consecuencia y la mayoría de las ocasiones no suele ser algo positivo, como el aficionado que agredió a jugador del Aston Villa, mismo que ya recibió una sentencia. 

Fue en el derbi de la ciudad inglesa, cuando se enfrentaron al Birmingham con el Aston Villa y donde un hincha de los locales agredió a Jack Grealish, capitán de los ‘Villanos’.

Se trata de Paul Mitchell, de 27 años, que saltó la barda para entrar al campo y le dio un golpe por la espalda al jugador inglés.

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En ese momento fue detenido y un día después lo declararon culpable.

Bueno, era obvio que no se saldría con la suya, ya que la acción que realizó fue vista por miles de personas, así que recibir una sentencia era algo que todos esperaban.

Mitchell fue llevado al tribunal para que lo terminaran condenando a 14 semanas de prisión, además de 10 años sin poder entrar a un partido de futbol.

Estar en la cárcel es algo difícil, pero para un aficionado de este deporte no hay peor castigo que no poder ver a su equipo en vivo y a todo color por tantos años.

La peor parte de todo es que eso no fue todo para el agresor que Tendrá que indemnizar a Grealish con una compensación de 100 euros.

El Birmingham City emitió un comunicado disculpándose con Grealish y el Aston Villa, en el que dicen que el aficionado será expulsado de St. Andrew’s de por vida.

Lo que sucedió no tiene cabida en el fútbol ni en la sociedad. Jack es un muchacho de Birmingham, e independientemente de la lealtad del club, no debería haber estado sujeto a esto, no hay excusas«, dijo el equipo inglés.

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Aunque Paul recibió su sentencia, algo se tendrá que hacer para evitar estos incidentes. 

Dos jugadores fueron agredidos por aficionados que lograron colarse en el terreno de juego y por ello en la Premier han admitido públicamente que temen por su seguridad.

«Es la tercera vez que un aficionado salta al terreno de juego. ¿Qué pasaría si llevaran algo peligroso encima? Los jugadores estaríamos en peligro. Es algo en lo que deben trabajar la FA, la Premier League y la FIFA. Hay que hacer algo«, afirmó Ashley Young, jugador del Manchester United.