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Tuvo que pasar un tercio de temporada para llegar a la conclusión de los que los San Francisco 49ers son reales y que es solo el inicio para un equipo que pinta para la grandeza, sobre todo con Nick Bosa que por más dominante que haya sido aún no está ni a la mitad de su potencial, tal como Tevin Coleman, ambos deben explotar en la semana 7. 

Superó todas las expectativas y no ha decepcionado.

Fue la selección número 2 del Draft 2019 de la NFL, pero muchos pensaron que no estaría tan arriba. En su último año en Ohio State fue sometido a una cirugía que solo le permitió jugar 3 partidos y sus expectativas para estar entre los 10 primeros disminuían día con día.

Los 49ers le dieron el voto de confianza y no se equivocaron, ya que a pesar de ser obstaculizado por una lesión en el tobillo durante gran parte de la pretemporada, ha demostrado que tiene el talento de resurgir de las cenizas y ser una pieza clave en la defensiva del único equipo invicto de la NFC. 

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Su cuerpo no le hace justicia a su habilidad.

Mide 1.93 y pesa 121 kilos, números que no son tradicionales para un ala defensiva en la NFL. Muchos consideran que es pequeño y eso afecta, pero solo ha demostrado que cuando empieza el juego es uno más de esos jugadores intimidantes.

Como defensor, Bosa arrasa cada vez que se alinea para atacar. No hay muchas, o ninguna, ala cerrada actualmente en la NFL que puedan bloquearlo en una jugada terrestre, eso puede dar una idea de lo fuerte que es. 

Además, tiene una técnica única.

Bosa probablemente usa su poder aún más efectivamente contra el juego terrestre. Casi siempre comienza evitando los bloqueos de la línea ofensiva y así consigue presionar al mariscal de campo o hasta una captura temprano en el partido. 

Parece que Bosa usa su bullrush al principio de los juegos para intimidar al tackle ofensivo por el resto del día. Dicen que la forma más rápida para llegar al que tiene el balón, ya sea un corredor o el mariscal de campo, es una línea recta y Bosa ha arrasado con todos los que tiene enfrente. 

Muchos dicen que no hay de que emocionarse si solo tiene 3 capturas.

Es por eso que hay que preocuparse, ya que aún tiene mucho talento para dar. Algunos dicen que ha tenido un comienzo «lento» porque sus estadísticas no necesariamente son las más altas y es por eso que tienen que verlo jugar para comprender el efecto que tiene en un juego. 

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Su habilidad va más allá de las estadísticas. Por ejemplo, además de esas tres capturas, Bosa tiene 11 presiones y también ha habido otras cinco jugadas en las que Bosa venció a su hombre y obligó al mariscal de campo a salir del bolsillo.

Si continúa mejorando de semana en semana y convierte más de esas capturas perdidas en capturas reales, no les debería sorprende si hace un esfuerzo tardío para ingresar al Pro Bowl al final de esta temporada.

En cuanto a Tevin Coleman, el corredor ha sido fundamental para ayudar a quitarle un poco de peso a Jimmy Garoppolo en la ofensiva con 165 yardas, 4.5 por acarreo y 2 TD (solo en 5 partidos). Necesita sacar todo su potencial y así convertirse en uno de los RB más dominantes de la liga. Pasó casi todo el principio de la campaña lesionado y ahora que está sano hay que temerle.

Lo único que tienen que hacer Nick Bosa y Tevin Coleman con los San Francisco 49ers esta temporada son evitar las lesiones y seguir demostrando que está al nivel de los grandes, lugar donde llegarán poco a poco.