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Algunos aprenden y se adaptan más rápido que otros, lo cual es cierto tanto en la vida como en los deportes, el ejemplo más claro son los 49ers, que clasificaron al Super Bowl LIV después de 7 años sin lograrlo y pensar que hace una temporada solo pudieron ganar 4 tristes partidos.

Desde finales de los 90, solo han estado 1 vez en el Super Bowl.

Cuando aún tenían a Colin Kaepernick llegaron al gran juego hace siete años, pero se quedaron cortos ante los Cuervos de Baltimore; ahora se enfrentará a los Jefes de Kansas City el 2 de febrero en Miami. ¿Será el bueno para ganar sin Joe Montana o Steve Young?

Llegar hasta este lugar no fue sencillo, de hecho tuvieron que hace muchos movimientos para lograrlos, pero todo estaba fríamente calculado. Claro que necesitaron algunas temporadas perdedoras para encontrar la combinación perfecta que los llevaría hasta el Super Bowl.

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Todo empezó cuando nombraron a John Lynch su Gerente General.

Fue jugador en jugador analizando a cada uno en el camino. Primero fue Dee Ford, el defensivo que fue adquirido en un intercambio en esta temporada baja. Luego fue Mike McGlinchey, el tackle derecho tomado noveno en el draft de 2018, pero a pesar de eso no pudieron brillar como se esperaba. 

En sus dos primeras temporadas con la franquicia (Lynch), los Niners acabaron 10-22. A pesar de hacer incursiones agresivas en la agencia libre, no lograron armar una sola temporada ganadora y con Lynch y el entrenador en jefe Kyle Shanahan, era necesario hacer algo de manera inmediata. 

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La victoria ante Green Bay fue la prueba de que lo hicieron bien.

Pocos pudieron haberlo visto venir a través de tantas campañas negativas, pero Lynch y Shanahan habían estado construyendo un monstruo en Santa Clara. Después de una temporada baja casi perfecta, los Niners se transformaron en el equipo más completo de la NFC. 

Hicieron un cambio importante cuando buscaron a Jimmy Garoppolo y después lo firmaron por un acuerdo millonario, pero todo parecía estar mal cuando se lastimó en 2018, aunque poco sabían que solo ganar 4 partidos los llevaría a los primeros lugares del Draft donde seleccionaron a Nick Bosa, el posible ‘Novato Defensivo del Año’.

Ni hablar de Raheem Mostert.

Fue cortado por otros seis equipos de la NFL. Ni siquiera tenía proyección con los 49ers, pero el corredor de 27 años ha pasado toda su carrera aferrado a brillar, poco más de tres años después de ser cortado por los Bears, fue un héroe del título de la NFC de los 49ers.

Aunque muchos de sus movimientos se basaron a la defensa. Cuando Lynch cambió por Dee Ford en marzo (y posteriormente le entregó un contrato por cinco años y 85 millones de dólares), pensó que el exjugador de los Jefes podría ser una de las piezas finales del rompecabezas defensivo de los Niners. Un mes y medio después, la franquicia utilizó la segunda selección general en Nick Bosa, quien logró 9 capturas.

Tardaron mucho en armarlo, pero por fin lo lograron.

Ahora que los 49ers clasificaron al Super Bowl LIV es momento de demostrar el por qué se tomaron el tiempo en conseguir todas las piezas para armar el rompecabezas casi perfecto. Las armas a la ofensiva y defensiva están listas, ¿es suficiente para quedar campeones?